El pasado 25 de marzo, la Encomienda de Cádiz de la Orden Supremus Militaris Ordo Templi Hierosolymitani Magisterium International Templi (SMOTH MIT Andalucía) llevó a cabo un acto de caridad y fraternidad, reafirmando su compromiso con los valores templarios y la fe cristiana. En esta ocasión, se hizo entrega de 138 litros de leche (23 cajas) al Comedor Social de Valvanuz en Cádiz, un lugar donde diariamente se brinda alimento y apoyo a personas sin hogar y familias en situación de vulnerabilidad.
Esta donación fue posible gracias al esfuerzo conjunto de diferentes hermanos templarios de la provincia de Cádiz, quienes, movidos por la compasión y el espíritu de servicio, contribuyeron generosamente para hacer posible esta entrega. La leche fue almacenada en la casa de hermandad de la Cofradía de la Soledad y Santo Entierro, con la cual nuestra encomienda mantiene un vínculo de hermandad, testimonio de la unión entre distintas instituciones cristianas en la noble labor de ayudar al prójimo.
El reparto estuvo a cargo de los miembros del Consejo de la Encomienda de Cádiz, quienes, con humildad y dedicación, llevaron los productos hasta el comedor social, donde fueron recibidos con gratitud por los voluntarios y beneficiarios. Este gesto, más allá del acto material de donar alimento, es un recordatorio de nuestra misión como caballeros templarios: servir a Dios a través del servicio a los más necesitados. Como nos enseña la Escritura:
«Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis» (Mateo 25:35).

La fe se manifiesta en las obras, y este acto de caridad no solo satisface una necesidad física, sino que también fortalece el espíritu de aquellos que reciben ayuda. Para muchos, el comedor social representa un refugio en medio de la adversidad, un lugar donde no solo encuentran sustento, sino también consuelo y esperanza. Cada caja de leche entregada simboliza un esfuerzo colectivo, una cadena de solidaridad que une a los hermanos templarios en una misión mayor.
El gesto de donar, aunque pueda parecer sencillo, tiene un profundo impacto en la vida de quienes lo reciben. La leche es un alimento básico, esencial para la nutrición de niños, ancianos y personas en situación de precariedad. Su presencia en el comedor social garantiza que muchas familias puedan contar con un recurso fundamental para su bienestar. Pero más allá de su valor nutritivo, este acto lleva consigo un mensaje claro: no están solos, la comunidad cristiana está con ellos, sosteniéndolos en la dificultad y recordándoles que siempre hay esperanza.
En la tradición templaria, el servicio al prójimo es un pilar fundamental. Siguiendo el ejemplo de Cristo, quien lavó los pies de sus discípulos como símbolo de humildad y servicio, los templarios de hoy continúan su labor no con espada y escudo, sino con gestos de misericordia y compasión. Como nos recuerda la Palabra de Dios:
«No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos» (Gálatas 6:9).

En un mundo marcado por la indiferencia y el individualismo, acciones como estas demuestran que la fe sigue viva y activa en aquellos que se comprometen con el bienestar de los demás. La entrega de leche al comedor social de Valvanuz no es solo un acto de generosidad, sino un testimonio de la presencia del amor de Dios en la tierra, manifestado a través de sus siervos.
Como templarios, comprendemos que nuestra misión va más allá de la historia y la tradición. Nos esforzamos por encarnar los principios cristianos en cada acción, siendo faros de luz en la oscuridad y esperanza para aquellos que la han perdido. La entrega de estos alimentos es un recordatorio de que el verdadero poder no radica en la fuerza, sino en la capacidad de servir con amor y humildad.
Este día quedará grabado en la memoria de nuestra encomienda como un testimonio más de la labor que, con la gracia de Dios, continuaremos realizando. Confiamos en que estos gestos inspiren a más personas a sumarse a la causa del bien, porque cada pequeña acción de amor se multiplica en bendiciones para quienes la reciben y para quienes la otorgan.

Esta entrega de leche se une a la ayuda que nuestra Encomienda templaria realiza todos los martes en el comedor social de Virgen de Valvanuz sita en la calle Santiago de la ciudad de Cádiz.
En esta ocasión, durante el mes de MARZO, nos hemos propuesto recolectar magdalenas, barras de chorizo y salchichón, así como pan de molde, con el propósito de destinarlos a la Asociación Albergue Hogar Despertares. Esta organización se encarga de distribuir alimentos a las personas sin hogar a través de sus rutas de calle los sábados. Cabe destacar que esta es la tercera vez que nuestra encomienda colabora con dicha asociación, habiendo entregado anteriormente cerca de 100 kilos de polvorones en Navidad, además de brindar servicios de comedor y voluntariado en la comida de navidad del 25 de diciembre.
«El que es generoso será bendecido, pues comparte su pan con los pobres» (Proverbios 22:9). Inspirados por estas palabras, continuamos expandiendo nuestro compromiso con los más vulnerables.
Para el mes de ABRIL, la encomienda templaria pondrá en marcha una nueva campaña de recogida de alimentos destinados a los desayunos del comedor social que la Asociación Calor en la Noche gestiona en la calle Regimiento de Infantería. Este comedor ofrece cada día asistencia a una media de 90 personas, brindándoles un momento de alivio y esperanza en medio de sus dificultades.
Dentro de esta campaña, los alimentos a recolectar incluyen margarina, café, azúcar, mermelada, magdalenas, leche y paté, entre otros. Además, parte de estas donaciones se destinarán a la labor de asistencia en la calle que se lleva a cabo los viernes por la noche, donde ofrecen alimentos, bebida caliente y ropa de abrigo a quienes no tienen un techo donde refugiarse.
Para MAYO, nuestra encomienda se plantea una nueva meta: una campaña de ayuda al comedor social Virgen Poderosa, ubicado en la calle María Arteaga de Cádiz. Con esta iniciativa, buscamos ampliar nuestro radio de acción, asegurando que los templarios podamos seguir siendo una fuente de apoyo en los diferentes momentos del día: en los desayunos, almuerzos y cenas de quienes más lo necesitan.
Nuestra encomienda templaria no solo se enfoca en suplir las necesidades físicas de las personas en situación de vulnerabilidad, sino que también procura brindarles apoyo moral y espiritual. Sabemos que el hambre no es solo de pan, sino también de amor, de compañía y de dignidad. Como bien nos recuerda la Escritura: «Porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis» (Mateo 25:35).
Es nuestro deber, como caballeros templarios, seguir sirviendo a Cristo en cada uno de nuestros hermanos que sufren. Con cada entrega, con cada palabra de consuelo, con cada gesto de caridad, renovamos nuestro compromiso con el prójimo y con nuestra misión templaria, conscientes de que nuestra verdadera recompensa se encuentra en la gracia divina.
Siguiendo nuestro compromiso templario de servicio y entrega, hemos estructurado nuestras acciones solidarias bajo el lema ‘12 meses, 12 causas’, reflejando el llamado divino a la constancia en la caridad y la misericordia. Cada mes, dedicamos nuestros esfuerzos a una causa específica, extendiendo la mano a los más necesitados, con la certeza de que ‘el que es misericordioso con el pobre, presta al Señor, y él le recompensará por su obra’ (Proverbios 19:17). Así, cumplimos con nuestra misión de ser luz en la oscuridad, llevando alimento, abrigo y esperanza a quienes más lo requieren, porque ‘no amemos de palabra ni de lengua, sino con hechos y en verdad’ (1 Juan 3:18).
Que el Señor nos siga guiando en este camino de servicio, y que la Virgen de Valvanuz nos acompañe en nuestra misión de ser instrumentos de su paz y amor en el mundo.
✠ 𝔑𝔬𝔫 𝔫𝔬𝔟𝔦𝔰 𝔇𝔬𝔪𝔦𝔫𝔢 𝔫𝔬𝔫 𝔫𝔬𝔟𝔦𝔰, 𝔰𝔢𝔡 𝔑𝔬𝔪𝔦𝔫𝔦 𝔗𝔲𝔬 𝔡𝔞 𝔤𝔩𝔬𝔯𝔦𝔞𝔪 ✠✠✠ FTAT